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Ratatouille / Pisto


 

 

Son dos versiones parecidas de lo mismo, la diferencia que podéis ver en las fotos es más por la manera de cortarlo que por los ingredientes y también por la forma de la cocción. El primero lo hacemos en un recipiente redondo en el horno y el pisto en sartén o cacerola a fuego lento. Además, en la ratatouille queda todo más al dente y se conserva peor, mientras que el pisto es más versátil y de fácil conservación durante días en el frigorífico.

Ratatouille

  • 1 cebolla grande
  • 1 tomates grande 
  • 1 berenjena
  • 1 calabacín grande
  • C.s. de aceite de oliva
  • Sal y pimienta
  • C.s. de azúcar

La preparación es sencilla. Con mandolina o si eres muy bueno cortando con cuchillo afilado, cortamos el tomate, el calabacín, la berenjena y la cebolla en rodajas del mismo grueso, entre tres o cuatro milímetros, y vamos montándolas de manera secuencial unas al lado de otras haciendo un pequeño circulo (tomate, cebolla, calabacín, y berenjena….) del tamaño del recipiente que vayáis a usar para meter en el horno, haciendo el montaje sobre un papel de horno desde donde lo trasladamos a la fuente .

Una vez montado, salpimentamos, echamos un chorro abundante de aceite de oliva y lo introducimos en el horno a 160º durante unos 20 a 30 minutos, y pinchamos para saber como está.

Por último, cuando lo saquemos a servir volvemos a ponerle un poco de aceite de oliva por encima. Este montaje es perfecto para acompañar las carnes rojas.

Asimismo, si queréis que quede algo más jugoso, podéis ponerle una base de tomate frito por debajo antes de meterlo en el horno.

Pisto

  • 1 cebolla grande
  • 1 pimiento verde grande o 3 italianos
  • 1 pimiento rojo
  • 4 tomates grandes o 600 gr
  • 1 berenjena
  • 1 calabacín grande
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cucharada de tomate concentrado
  • 1 hoja de laurel
  • C.s. de aceite de oliva
  • Sal y pimienta
  • C.s. de azúcar

Preparación:

Es una receta tan fácil que lo más entretenido que tiene es cortar los ingredientes. Lo ideal es intentar cortar todos al mismo tamaño, aunque tampoco esto influye en exceso en el resultado en cuanto a sabor, pero sí a su presentación.

En primer lugar, pelamos los tomates y les quitamos su pulpa interior.

A continuación, cortamos todos los ingredientes y reservamos.

Seguidamente, ponemos aceite en el recipiente que vayamos a utilizar, mejor con cierto fondo tipo cacerola, a fuego medio y echamos la cebolla con una pizca de sal a sudar junto con el ajo picado. Cuando esté sudada, le incorporamos los pimientos pochando un poco todo, luego el tomate y la cucharada de tomate concentrado y una cucharadita, de café, de azúcar, lo dejamos unos minutos y le incorporamos el calabacín y la berenjena,  después ponemos el laurel, movemos todo bien y tapamos con la tapadera o con un cartouche de papel sulfurizado como en la fotografía.

Bajamos el fuego y dejamos a fuego lento hasta que todo esté tierno, probamos de sal y pimienta y rectificamos si es necesario.

Finalmente lo dejamos reposar. El pisto está mejor de un día para otro y es perfecto para acompañar carnes y pescados. Se puede comer con un huevo frito o pochado y también se pueden freír daditos de patatas e incorporarlos. En definitiva, tiene mil posibilidades, todas ricas.

 

 

 

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