Lo bueno que tiene esto de las cremas y purés de verduras es que nunca te equivocas porque puedes poner las verduras que quieras y en la cantidad que quieras y así tendrás crema de puerro, calabaza, calabacín, zanahoria, etc., en función de cual sea el ingrediente principal. Lo único que tienen en común es la cebolla y/o el puerro, que rehogas al principio. Sólo podrías equivocarte en la sal y, por esa razón, se salpimenta al final.
Variaciones sobre el tema:
- Usar aceite de oliva y/o mantequilla para pochar.
- Usar agua o un caldo suave de pollo para hervirlas.
- Añadir nata o no.
Proceso genérico:
Proporción de verduras base a incorporar, es decir, los equivalentes a poner de cada ingrediente como base.
- 1 puerro
- 1 cebolla
- 1 calabacín
- 1 patata pequeña
- 1 zanahoria
Hay que tener en cuenta que, si tu crema es de calabacín llevará, además de esos componentes, más calabacín que el de la proporción; si es de zanahoria más; si es de calabaza, a esa base le pones calabaza y lo mismo de judía verde, etc., pero la proporción es esa. Si quieres hacer poca cantidad, le pones la mitad de cada ingrediente como base.
Por otra parte, la patata espesa la crema y la hace menos suave. De este modo, si la queremos más ligera, eliminamos la patata y si la queremos mas puré, le quitamos líquido o le añadimos más patata.
Con todo esto:
En primer lugar, pones a calentar la cacerola con un trozo de mantequilla y un chorro de aceite (cuanta más mantequilla lleve, más suave será el sabor, más a mantequilla sabrá y más rica estará). Sobre ello, echas la base que quieras echar y que puede ser cebolla, cebolleta, chalota y/o puerro. A mí siempre me gusta poner puerro, además de la cebolla pero, si tengo que prescindir de una de las dos cosas, siempre prefiero poner puerro.
Seguidamente, le pones una pizca de sal y lo pochas, añades el resto de verduras picadas, le das un par de vueltas y le pones agua casi sin llegar a cubrirlo, lo tapas, lo llevas a ebullición y bajas el fuego hasta que sólo tenga un ligero burbujeo, y así hasta que estén cocidas.
A continuación, pones las verduras en un vaso triturador, Minipimer, batidora, Thermomix y echas todo, reservando un poco de líquido aunque no tendrás mucho porque no le pusimos mucha agua y lo trituras bien. Si tu batidora no es muy potente, devuelves el puré a la cacerola colándolo previamente, siendo este el momento de ver el espesor que tenemos y queremos, para añadirle líquido o no y salpimentar.
En este momento en el que estamos y en el que tenemos una crema más que buena, es cuando podemos salirnos mejorando su sabor y presentación, eso sí, siempre será algo más calórica.
En este punto, podemos incorporarle nata y dentro de éstas las hay light, para cocinar o para montar. Todas las natas valen, si bien cada una aporta más o menos materia grasa y más o menos sabor. La nata se la podemos incorporar a la crema en general, o poner un chorro con cierta gracia en cada uno de los platos donde vayamos a servir la crema.
También hay mucha gente, aunque yo no lo hago, que le disuelve 2 ó 3 quesitos. Ojo en este caso con la sal, hay que echársela después de que se hayan deshecho los quesitos.
Otra opción es hacer daditos fritos de pan con la ventaja de que se pueden preparar con antelación porque siguen crujientes después de mucho tiempo.
Otra solución es poner un par de lonchas de jamón en el microondas, hasta que se queden secas, y hacer una especie de polvo de jamón.
También podemos ponerle unos trocitos de queso manchego.
Y, por supuesto, podemos ponerle unas gotas de AOVE a modo de decoración.