Ingredientes:
- 1/2 Kg de garbanzos cocidos
- 1 cebolla pequeña
- 1 tomate pelado y sin simientes
- 200 gr de gambones
- 150 gr de colmenillas peso total (pueden ser rehidratadas) pero se pueden sustituir por cualquier tipo de seta, la colmenilla es cara.
- 100 ml de vino blanco
- C.s. de perejil
- C.s. de aceite de oliva
- Sal y pimienta
Preparación:
La forma rápida de hacer esta comida es con los garbanzos ya cocidos que venden pero, si bien hay marcas muy buenas de ello, a mí me gusta hacerlos.
Los garbanzos los tenemos en agua desde la noche anterior, mínimo 8 horas, y los ponemos a cocer con media cebolla, una zanahoria, dos tallos de apio, una hoja de laurel, sal y pimienta, dependiendo del garbanzo pero, si lo hacemos en olla o como mi abuela, tardaremos mucho más, lo haremos con poca agua, sólo cubrirlos y les retiraremos las verduras, una vez cocidos, reservándolos en su líquido.
Las colmenillas, que lo normal es que las compremos deshidratadas, las ponemos en agua hirviendo, apagamos el fuego y las dejamos diez minutos, las sacamos después de ello y las aclaramos tres o cuatro veces para que no tengan restos de tierra que, por su forma, tienden a retener en las celdillas. Por su parte, el agua de rehidratarlas la colamos con un chino muy fino y la conservamos.
A continuación, pelamos los gambones, reservamos las cabezas, limpiamos la tripa y guardamos filmadas las colas.
Seguidamente, picamos el perejil, echando una parte en el guiso y otra parte al final para darle color al plato.
En una sartén del tamaño adecuado ponemos un poco de aceite de oliva, echamos las cabezas de los gambones y las salteamos, aplastándolas para que suelten todo su sabor, las sacamos y ponemos en un cazo pequeño con el agua de hidratar las colmenillas, bien colado, a que cuezan. Una vez cocidas a fuego bajo un rato, colamos y reservamos el líquido.
Después de esto, echamos a la sartén la cebolla y el ajo muy picado con una pizca de sal, pochamos y añadimos el tomate y el perejil picado, rehogamos un poco, añadimos el vino blanco y lo dejamos evaporar. Incorporamos entonces las colmenillas, salteamos un poco y añadimos los garbanzos y el agua de cocer las cabezas, dejamos que hierva y lo bajamos dejándolo diez minutos para que evapore un poco el líquido y, de esta forma, se intensifiquen los sabores.
Mientras tanto, con unas gotas de aceite de oliva, salteamos los gambones.
Lo probamos, rectificamos de sal y pimienta y ponemos el resto del perejil picado.
Finalmente, emplatamos poniendo los gambones salteados encima.